El invierno trae consigo la posibilidad de incidentes causados por la nieve o el hielo que pueden provocar daños en su propiedad, como nieve abundante o húmeda, fuertes vientos invernales y hielo, que pueden causar algunos problemas graves. Los más comunes son: derrumbamiento de techos y estructuras; fugas de agua por el deshielo de diques de hielo que causan daños en paneles de yeso, suelos, carpintería, etc.; desgarros en revestimientos; daños en aislamientos; techos o canalones dañados y daños causados por árboles o tendidos eléctricos caídos. También es habitual que se produzcan cortes de electricidad durante las tormentas de invierno, lo que conlleva comida en mal estado, falta de calefacción, roturas de tuberías y, a veces, incluso la necesidad de encontrar otro lugar donde hospedarse.

Asegúrese de llamarnos inmediatamente después de notar cualquier daño por nieve o hielo para que nuestros experimentados Ajustadores Públicos puedan instruirle sobre lo mejor que puede hacer para prevenir cualquier problema adicional y devolver su propiedad a su condición previa a la pérdida.