El moho es un hongo capaz de apoderarse de su propiedad y aparecer en los lugares más inesperados. El moho puede empezar a crecer en tan solo 24 horas en cualquier lugar donde haya agua y una temperatura cálida, y no siempre es perceptible a simple vista. El moho no sólo puede arruinar su propiedad, componentes como paredes, techos, suelos, muebles, etc., sino que la contaminación por moho también puede tener efectos realmente peligrosos para su salud. Es especialmente peligroso para los bebés y las personas sensibles a las infecciones o asmáticas. Hay una larga lista de síntomas relacionados con la exposición al moho, como irritación de las fosas nasales, la garganta, los ojos, la piel y las encías; dolores corporales, cambios de humor, tos persistente, problemas respiratorios y muchos, muchos otros.

Las reclamaciones por daños causados por el moho son complejas, porque la mayoría de las pólizas de seguros excluyen o limitan la cobertura de los daños causados por el moho. Nuestros Ajustadores Públicos conocedores pueden mirar cuidadosamente a través de su póliza y si el moho está excluido de la recuperación, vamos a buscar la causa inicial del moho que podría estar cubierto por su póliza.