Cualquier siniestro, desde un pequeño incendio en una cocina hasta la pérdida total de una estructura totalmente calcinada, puede causar daños colosales. Las causas más frecuentes de los siniestros de incendio son el fuego eléctrico (subidas de tensión, uso excesivo de enchufes o cables deshilachados), el fuego en la cocina (ollas desatendidas, fuegos de aceite, materiales o tejidos inflamables), el fuego químico y los rayos.

El fuego es uno de los desastres más espantosos y devastadores que cualquier propietario de una casa o negocio puede enfrentar, no sólo en lo que se refiere a la pérdida de bienes personales, sino que también puede ser una experiencia muy traumática, emocional y estresante para las personas involucradas. Los siniestros de incendio pueden ser bastante dinámicos y, por lo tanto, pueden ser difíciles de ajustar y liquidar adecuadamente, por lo que contactar con un Ajustador Público para que actúe en su nombre es ventajoso para maximizar el pago de la póliza.

Una correcta recuperación debe venir precedida de una investigación muy cuidadosa de todas las áreas de la propiedad, incluidos los daños causados por el calor, el humo, la ceniza, el hollín y el agua de la extinción del incendio, pero también todos los objetos personales o las pérdidas por interrupción del negocio.

Los gastos adicionales asociados con el incendio, tales como alojamiento temporal y servicios de limpieza, también deben tenerse en cuenta en la indemnización, nuestros Ajustadores Públicos se asegurarán de que su reclamación por incendio se gestione adecuadamente para maximizar su indemnización, de modo que pueda volver a ponerse en pie lo antes posible.