Dependiendo de las condiciones de su póliza, es imprescindible distinguir entre inundación y cualquier otro tipo de daño causado por el agua, ya que la reclamación de un riesgo no cubierto dará lugar a la denegación automática de la reclamación.

Una inundación se manifiesta cuando el agua de lluvia o de una fuente de agua existente sube y se desborda sobre un terreno normalmente seco y, en la mayoría de los casos, los daños por inundación requieren un endoso adicional a su póliza.

No obstante, hay varias razones por las que el agua puede aparecer en su propiedad: puede ser natural, como la lluvia que provoca la entrada de agua a través de grietas en el techo o las ventanas, o puede estar causada por fugas de plomería, rotura de tuberías, desbordamiento del fregadero o la bañera, obstrucciones en el alcantarillado o el inodoro (estos dos casos también pueden requerir un refrendo adicional) o cualquier otra causa interna. El agua se desplaza rápidamente y puede propagarse con facilidad, por lo que es fácil subestimar el alcance de los daños durante una inspección superficial. Si no se investiga a fondo y se buscan los daños ocultos que pueda haber causado el agua, estos daños pueden permanecer ocultos (¡y empeorar!) durante cualquier cantidad de tiempo hasta que aparezca moho o cualquier cosa inusual.

Nuestros Ajustadores Públicos investigarán minuciosamente tanto los daños visibles como los ocultos causados por el agua en su propiedad para asegurarse de que será indemnizado por el alcance total de los daños, incluyendo la limpieza y la prevención de cualquier problema futuro relacionado con el agua.